Brian Weiss es un psiquíatra nacido en Nueva York, Estados Unidos, en 1944. Se convirtió en un célebre autor gracias a una serie de libros que escribió relacionados con el tema de la reencarnación, creencia a la que llegó a través de experiencias psiquiátricas narradas por sus pacientes en estado hipnótico; dando lugar así al nacimiento de la terapia regresiva a vidas pasadas. Las tesis de Weiss han generado polémica en la comunidad científica y debió pasar mucho tiempo hasta que el autor se atreviera a darlas a conocer.
Muchas vidas, muchos maestros se editó en 1988 y es su primera obra escrita. El libro tiene un estilo casi divulgativo y cuenta que para el año 1980 Brian Weiss llevaba una vida tranquila como respetado psicólogo profesional y padre de familia, pero todo cambia cuando conoce a una paciente de 27 años llamada Catherine. La joven sufría de ansiedad, depresiones, fobias y ataques de pánico, al parecer sin razón alguna. Es entonces que Weiss decide realizarle una hipnosis para tratar de encontrar lo que la afectaba.
Curiosamente descubre que a medida que avanzaba con las regresiones Catherine dice ser personas diferentes en las cuales reencarnó en vidas pasadas, siendo esclava, marino, y muchas personas más, despertando en cada ocasión como más aliviada de sus sufrimientos.
Lo interesante del caso es que cuando una persona muere (según palabras de Catherine) para pasar a la siguiente reencarnación veía una luz, y ella no recordaba nada más al volver. Aunque sin embargo, los maestros ascendidos daban mensajes para Weiss, mensajes que sólo eran para él y por eso ella no los recordaba ni les daba importancia. A partir de aquí, la protagonista no sólo logró superar los problemas que la atormentaban sino que también consiguió establecer un contacto con aquellos espíritus superiores presentes en los estados que separan una vida de otra.
Si Weiss se animó a llevar esa situación a las páginas de un libro no fue por el afán de difundir intimidades de una paciente que llegó hasta su consultorio, sino por el deseo de compartir una situación que lo desbordó a él mismo. Así es que desde hace años, libro tras libro, el psiquíatrica estadounidense no ha dejado de asombrar con historias que, por sus características, son auténticas revelaciones.
Muchas vidas, muchos maestros es, en definitiva, un libro excelente y muy emotivo que logra abrir la mente del lector y comprender cosas para las cuales no todos estamos preparados.
lunes, 30 de agosto de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
Mudhoney "Tomorrow Hit Today"
Mudhoney es una banda de rock formada a fines de los '80 en Seattle, Estados Unidos. El cuarteto surgió tras la disolución de Green River (grupo que tuvo en sus filas a Mark Arm, Steve Turner, Stone Gossard y Jeff Ament) y se los considera pioneros del movimiento grunge, a pesar de que nunca llegaron a alcanzar la fama de algunas otras bandas de la misma escena.
Mudhoney representa la cara más áspera y menos comercial de entre las bandas de Seattle. Estaban, espiritualmente, más cerca de Screaming Trees o Tad que de Pearl Jam o Alice In Chains. Su estilo fusiona el punk más descarnado con rock garagero y toques de blues (citan como influencias a The Stooges, MC5, The Velvet Underground y Black Flag, entre otros).
Lanzado en 1998, Tomorrow Hit Today es su sexta placa de estudio y un ejercicio de rock & roll ineludible. Siguen sonando sucios, crudos y sobre todo cañeros. No ofrecen muchas novedades con respecto a entregas anteriores, pero siguen demuestrando ser una banda sólida capaz de parir discos frescos.
Los momentos de gloria se encuentran en las guitarras chillonas de Steve Turner y la voz histérica de Mark Arm (un buen complemento para Turner a las seis cuerdas). Y qué decir al respecto de la potente base rítmica a manos de Dan Peters en batería y Matt Lukin al bajo...
En definitiva, con Tomorrow Hit Today hallamos a unos Mudhoney que continúan haciendo lo suyo: despachando álbumes de calidad que probablemente no pasen a la historia pero que ni falta les hace.
Mudhoney representa la cara más áspera y menos comercial de entre las bandas de Seattle. Estaban, espiritualmente, más cerca de Screaming Trees o Tad que de Pearl Jam o Alice In Chains. Su estilo fusiona el punk más descarnado con rock garagero y toques de blues (citan como influencias a The Stooges, MC5, The Velvet Underground y Black Flag, entre otros).
Lanzado en 1998, Tomorrow Hit Today es su sexta placa de estudio y un ejercicio de rock & roll ineludible. Siguen sonando sucios, crudos y sobre todo cañeros. No ofrecen muchas novedades con respecto a entregas anteriores, pero siguen demuestrando ser una banda sólida capaz de parir discos frescos.
Los momentos de gloria se encuentran en las guitarras chillonas de Steve Turner y la voz histérica de Mark Arm (un buen complemento para Turner a las seis cuerdas). Y qué decir al respecto de la potente base rítmica a manos de Dan Peters en batería y Matt Lukin al bajo...
En definitiva, con Tomorrow Hit Today hallamos a unos Mudhoney que continúan haciendo lo suyo: despachando álbumes de calidad que probablemente no pasen a la historia pero que ni falta les hace.
Terminator 2: El juicio final
James Cameron es un exitoso director, guionista y productor de cine nacido en Ontario, Canadá, en agosto de 1954. Cameron se ha consagrado de la mano de películas como Terminator (1984), Aliens, el regreso (1986), El secreto del abismo (1989), Terminator 2: El juicio final (1991), Mentiras verdaderas (1994), Titanic (1997) y Avatar (2009).
Pero de todas las obras de la trayectoria de Cameron, la más celebrada es (junto a Titanic) Terminator 2: El juicio final. Debido el éxito de la primera película, y aprovechando la popularidad de Arnold Schwarzenegger, James Cameron repite los esquemas de la producción original.
El film tiene el mérito de ser uno de los primeros largometrajes en los que se utilizaron imágenes generadas por computadora. También está su excelente reparto, que además Schwarzenegger, incluye a Linda Hamilton, Edward Furlong y Robert Patrick.
La trama, esta vez, nos cuenta que tras el fracaso de Skynet al intentar asesinar a Sarah Connor -madre del líder de la resistencia humana, John Connor-, las máquinas envían a otro cyborg al pasado con una nueva misión: eliminar al propio John aún siendo un niño.
Para evitar esto, la resistencia captura a un T-800, y John Connor lo reprograma envíandolo para que proteja y obedezca en todo a su joven "yo" del pasado. Las máquinas envían al avanzado T-1000 (Robert Patrick), un mortífero cyborg de metal líquido capaz de copiar formas del mismo tamaño y así poder llevar a cabo su objetivo.
Con respecto a Sarah (Linda Hamilton), ella se encuentra encerrada en un hospital psiquiátrico, en el área de máxima seguridad, ya que intentó destruir una empresa de computadoras que desarrollará previamente lo que será el programa Skynet. Y el joven John (Edward Furlong) es un chico rebelde que vive con padres adoptivos después del arresto de su madre biológica.
Para ir cerrando, diría que en Terminator 2... Cameron supo dar una nueva vuelta de tuerca a la saga, convirtiendo en esta ocasión a Schwarzenegger en el bueno; además de sacar partido del concepto de un robot que aprende a tener alma, frente a unos hombres que la están perdiendo. Ideas como el pelear por una causa y todos los sacrificios que eso conlleva (entre ellos, la propia vida) dan a este film de acción una hondura no habitual en el género.
Pero de todas las obras de la trayectoria de Cameron, la más celebrada es (junto a Titanic) Terminator 2: El juicio final. Debido el éxito de la primera película, y aprovechando la popularidad de Arnold Schwarzenegger, James Cameron repite los esquemas de la producción original.
El film tiene el mérito de ser uno de los primeros largometrajes en los que se utilizaron imágenes generadas por computadora. También está su excelente reparto, que además Schwarzenegger, incluye a Linda Hamilton, Edward Furlong y Robert Patrick.
La trama, esta vez, nos cuenta que tras el fracaso de Skynet al intentar asesinar a Sarah Connor -madre del líder de la resistencia humana, John Connor-, las máquinas envían a otro cyborg al pasado con una nueva misión: eliminar al propio John aún siendo un niño.
Para evitar esto, la resistencia captura a un T-800, y John Connor lo reprograma envíandolo para que proteja y obedezca en todo a su joven "yo" del pasado. Las máquinas envían al avanzado T-1000 (Robert Patrick), un mortífero cyborg de metal líquido capaz de copiar formas del mismo tamaño y así poder llevar a cabo su objetivo.
Con respecto a Sarah (Linda Hamilton), ella se encuentra encerrada en un hospital psiquiátrico, en el área de máxima seguridad, ya que intentó destruir una empresa de computadoras que desarrollará previamente lo que será el programa Skynet. Y el joven John (Edward Furlong) es un chico rebelde que vive con padres adoptivos después del arresto de su madre biológica.
Para ir cerrando, diría que en Terminator 2... Cameron supo dar una nueva vuelta de tuerca a la saga, convirtiendo en esta ocasión a Schwarzenegger en el bueno; además de sacar partido del concepto de un robot que aprende a tener alma, frente a unos hombres que la están perdiendo. Ideas como el pelear por una causa y todos los sacrificios que eso conlleva (entre ellos, la propia vida) dan a este film de acción una hondura no habitual en el género.
martes, 10 de agosto de 2010
Franz Kafka "La metamorfosis"
Franz Kafka fue un escritor nacido en Praga, Austria, en julio de 1883. La obra de Kafka es considerada una de las más influyentes de la literatura universal del último siglo, a pesar de no ser muy extensa. Kafka ha dejado también una cantidad abundante de escritos autobiográficos que han sido publicados póstumamente.
Publicada en 1915, La metamorfosis es su novela más importante. Pocos relatos transmiten en el lector una sensación de desasosiego y extrañeza tan impactante como la que se produce al leer estas líneas. Intentar comprender la situación de angustia que trae consigo la metamorfosis de Gregorio Samsa (el personaje principal) en una especie de cucaracha gigante, nos lleva a la típica apoteosis existencialista kafkiana.
Gregorio Samsa puede entenderse como una suerte de alter ego de Kafka, el personaje funciona de vía de escape para mostrarnos todos los miedos y frustraciones del autor. Samsa se encuentra atrapado en su apariencia de insecto, y ve como todo su entorno se le vuelve hostil; como la hipocresía y el aislamiento van siendo las dos únicas cosas que va recibiendo en su ambiente, sobre todo el familiar. Pero la metamorfosis no es solo la suya, la metamorfosis sucede también a su alrededor, su propia familia (el padre, la madre, la hermana) se convierte en seres crueles e insensibles.
Pero la novela no sólo es acerca del autor, sino también de los lectores. Kafka logra que no nos alejemos un minuto del personaje, llevándonos hasta la identificación con el mismo. Por ende, La metamorfosis no se narra como un hecho onírico, sino más bien como una realidad imposible de comprender racionalmente.
El detalle más significativo de la obra es que Kafka nos presenta una situación tan irreal como esta de una forma cotidiana. El autor busca que seamos conscientes de que nuestro desarrollo como individuos transcurre en un devenir constante de transformaciones. O sea, innumerables metamorfosis que experimentamos a lo largo de nuestra vida, y que en la mayoría de los casos desconocemos.
Publicada en 1915, La metamorfosis es su novela más importante. Pocos relatos transmiten en el lector una sensación de desasosiego y extrañeza tan impactante como la que se produce al leer estas líneas. Intentar comprender la situación de angustia que trae consigo la metamorfosis de Gregorio Samsa (el personaje principal) en una especie de cucaracha gigante, nos lleva a la típica apoteosis existencialista kafkiana.
Gregorio Samsa puede entenderse como una suerte de alter ego de Kafka, el personaje funciona de vía de escape para mostrarnos todos los miedos y frustraciones del autor. Samsa se encuentra atrapado en su apariencia de insecto, y ve como todo su entorno se le vuelve hostil; como la hipocresía y el aislamiento van siendo las dos únicas cosas que va recibiendo en su ambiente, sobre todo el familiar. Pero la metamorfosis no es solo la suya, la metamorfosis sucede también a su alrededor, su propia familia (el padre, la madre, la hermana) se convierte en seres crueles e insensibles.
Pero la novela no sólo es acerca del autor, sino también de los lectores. Kafka logra que no nos alejemos un minuto del personaje, llevándonos hasta la identificación con el mismo. Por ende, La metamorfosis no se narra como un hecho onírico, sino más bien como una realidad imposible de comprender racionalmente.
El detalle más significativo de la obra es que Kafka nos presenta una situación tan irreal como esta de una forma cotidiana. El autor busca que seamos conscientes de que nuestro desarrollo como individuos transcurre en un devenir constante de transformaciones. O sea, innumerables metamorfosis que experimentamos a lo largo de nuestra vida, y que en la mayoría de los casos desconocemos.
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