miércoles, 2 de marzo de 2011

Miguel Abuelo "Et Nada"

Miguel Ángel Peralta fue un músico, poeta y cantante nacido en Munro, Provincia de Buenos Aires, en marzo de 1946. Más conocido como Miguel Abuelo, formó parte de la troupe de músicos pioneros del rock nacional (Lito Nebbia, Javier Martínez, Tanguito, Moris) que se reunían en el mítico recinto La Cueva. En 1967 Miguel formó Los Abuelos de la Nada (con Pappo en guitarra y Pomo en batería, entre otros), pero esa primera alineación de la banda no prosperaría más allá de un par de simples. Miguel deja el país en 1969 buscando aires de libertad que no encontraba en su tierra natal (le llamaba 'el país verde oliva' a la Argentina de Juan Carlos Onganía, Isabel Perón y Jorge Videla). Primero recaló en Cadaqués (Cataluña), luego en Madrid; en Ibiza conoce a Krisha Bogdan (cuñada del mítico Tanguito). Viajan juntos a través de España y en 1972 se dirigen a Lóndres. Se casan y Krisha dará a luz al único hijo de Miguel, Gato Azul Peralta. Lóndres es duro para ellos. Preparan los bolsos y parten hacia París. En la ciudad de las luces Miguel conoce a Moshé Naïm, un millonario productor musical extremadamente culto. Naïm trabajó con Salvador Dalí y había financiado a artistas de la talla de Federico García Lorca. El israelí queda fascinado con el talento de Abuelo y le propone grabar un disco en 1973 para su sello discográfico. Miguel (voz, guitarra, flauta, armónica y pandereta) convoca a un grupo de músicos argentinos y uruguayos exiliados como él -el guitarrista Daniel Sbarra, el bajista Pinfo Garrigo y el baterista Diego Rodríguez- para entrar de una vez por todas a registrar el material de lo que sería Et Nada. En el estudio se suman el cellita Carlos Beyris, unos tales Teca y Verónica en coros y Gustavo Kerestesachi en piano, clavicordio y moog. Después de culminar con las sesiones de grabación, Naïm los instala en un castillo medieval abandonado donde ensayan durante un par de meses para después salir a tocar por el circuito costero de Francia. Pero como Miguel no tenía el disco todavía editado muy pronto comenzaron a surgir las diferencias con sus compañeros de aventura. Y pasaron unos años hasta que el álbum se editara finalmente en 1975, sin publicidad y sólo en Francia. Con el tiempo Et Nada se convertiría en la 'figurita difícil' de su carrera discográfica, álbum que durante mucho tiempo se elevó a la categoría de obra de culto. Et Nada es un trabajo barroco que oscila entre la belleza psicodélica y la fiereza rockera. La excelente voz de Miguel se pasea desde su máxima potencia a variados ejemplos de sutileza, jugando con los tonos y transfigurando las letras (muy inspiradas, por cierto). Hay temas de corte acústico, con una atmósfera netamente hippie, pero no faltan los otros con aproximaciones a Zeppelin o Deep Purple. En definitiva, Et Nada es un disco fundamental para poder comprender la locura y el talento indisciplinado de Miguel Abuelo. Una perla atemporal que debe ser escuchada y difundida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario