miércoles, 2 de marzo de 2011

Fiódor Dostoievski "Noches blancas"

Fiódor Dostoievski fue un célebre escitor nacido en Moscú, en 1821. Educado por su padre, un médico de carácter despótico y brutal, encontró protección y cariño en su madre, que murió prematuramente. Al quedar viudo, el padre se entregó al alcohol, y envió finalmente a su hijo a la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven Dostoievski se apasionara por la literatura y empezara a desarrollar sus cualidades de escritor.

La literatura de Dostoievski explora la psicología humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo XIX. Gente como Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Herman Hesse, Jean-Paul Sartre, Marcel Proust, Thomas Mann, Albert Camus, Franz Kafka, Charles Bukowski, Roberto Arlt, Ernesto Sabato y Gabriel García Márquez lo han reconocido como una influencia.

La mayoría de las novelas de Fiódor Dostoievski se centran en la temática del hombre, es decir, lo tienen a éste como personaje principal. Los argumentos en que se basan estas novelas tratan sobre temas como la pobreza e injusticia social, el realismo psicológico y las penumbras humanas, las relaciones amorosas. Al escribir el autor sobre la naturaleza humana, abarca todos de distintos terrenos (psicología, filosofía y la ética). Fue uno de los precursores del existencialismo.
Algunas de sus obras más representativas son Pobres gentes, Noches blancas, Stepanchikovo y sus habitantes, Humillados y ofendidos, y Crimen y castigo.

Publicada en 1848, Noches blancas fue catalogada como "novela sentimental". Aunque dada la irrealidad de la trama, más que novela podría llamársela fantasía. La novela cuenta la historia de un soñador solitario que, por casualidad, se encuentra con una dama de la que se llega a enamorar; la dama espera a su galán, que después de un tiempo fuera ha vuelto a la ciudad, y a pesar de que prometió casarse con ella, aún no ha ido a visitarla…

La historia se desarrolla a lo largo de cuatro noches y una mañana, el autor quiso basarse en un asombroso fenómeno que suele darse en ciudades como San Petersburgo, en Rusia, durante el solsticio de verano, época en la cual amanece temprano y el sol tarda más en ocultarse, y como consecuencia, la oscuridad nunca es completa, por ello, Dostoievski hace alusión a las "noches blancas".

Vale la pena destacar los trazos psicologistas y a la vez románticos que esbozan el perfil protagónico del antihéroe corroído por las grandes urbes y las intermitencias de sus inevitables males.

En definitiva, y como suele sucederle a muchos, leer Dostoievski es un verdadero gusto.

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