viernes, 30 de julio de 2010

Deftones "Around the Fur"

No todo en las viñas del nü-metal pertenece a la moda que nefastamente inició sin querer el productor Ross Robinson (único responsable del nacimiento de esta movida musical) a mediados de los '90.

Lo que era como la explosión grunge pero en California, se fue degenerando hasta el punto de que la mayoría de los degustadores del metal alternativo les resultaba asqueante escuchar grupitos como estos que iban surgiendo. Sin embargo, hay algunos representantes de esta escena que poseían calidad y han ido forjando interesantes carreras. Deftones, por ejemplo, es el caso.

El grupo lo formaron cuatro amigos de Sacramento -amantes de la música de Faith No More, Sepultura, Helmet, Bad Brains, The Cure y Depeche Mode- cuando todavía iban a la escuela secundaria. Ellos eran el cantante Chino Moreno, el guitarrista Stephen Carpenter, el bajista Chi Cheng y el baterista Abe Cunningham. Deftones es una banda que disco a disco fue evolucionando significativamente, acercándose cada vez más a una propuesta "trascendental".

La banda lanzó su primer trabajo discográfico, Adrenaline, en 1995, producido por un gigante como Terry Date (Soundgarden, Pantera, White Zombie). Dos años después retomaban su camino editando el delicioso Around the Fur, álbum que para muchos es la cumbre de su carrera. Incluso podría decirse que es uno de los discos indispensables de los '90.

Lleno de furia y con un estilo muy personal, Around the Fur es un álbum enérgico y emotivo. Tras las consolas estuvo una vez más Terry Date, quien logró un sonido limpio y demoledor. El disco combina guitarras cortantes y baterías sólidas con atmósferas inquietantes y pasajes melódicos de un Chino Moreno lacrimoso y desgarrado que nos habla de confusión, sexo y melancolía en letras de lo más abstractas. Para la ocasión, ya contaban además con la semi-inclusión del DJ Frank Delgado, quien acrecienta los climas densos y claustrofóbicos de algunos temas.

Entre otras perlitas también está un curioso tema junto a Max Cavalera en guitarra y coros, que suena tremendamente Soulfly, y en donde el grupo vuelve a coquetear con el hip-hop de forma evidente y la potencia de las guitarras es apoteótica.

En definitiva, un disco muy melódico y agresivo al mismo tiempo, de extraña belleza y descarnada intensidad, con una banda totalmente en forma, que da todo de sí y se beneficia de una producción brillante.

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