Después de dar brutales demostraciones de poder con obras tan fundamentales dentro del Death y Trash como Arise y Chaos A.D., Sepultura supo sorprender a la comunidad metalera con un disco como Roots. Editado en 1996, este álbum incorporaba nuevos elementos al sonido de la banda brasilera, quienes se ponían en manos de Ross Robinson.
Si ya de por sí Chaos A.D. había causado cierto rechazo de los sectores más ortodoxos del Metal, el sólo hecho de pensar que Sepultura trabajaba con el mismo productor del exitoso debut de Korn causaba todavía más recelo entre los que pretendían sentenciar a una banda a tocar siempre según sus gustos y no permitirles una evolución.
Para poder lograr ese cambio significativo, se rodearon del productor del momento y de algunas figuras de la escena alternativa (Mike Patton de Faith No More, Jonathan Davis y David Silveria de Korn, DJ Lethal de House Of Pain) con miras a fusionar lo que era su estilo con las nuevas tendencias del Metal, dándole así una bocanada de aire fresco a su sonido.
Fue entonces que los riffs complejos y veloces de sus anteriores discos (incluso en Chaos A.D. ya habían disminuido bastante) eran ahora sustituidos por guitarras de corte más seco y rítmico, con una afinación similar a la utilizada por los grupos de Nü-Metal. Pero donde reside otro de los toques de originalidad de Roots es en el tratamiento de la percusión; en esta ocasión los ritmos típicos de la música popular del Brazil se vuelven más predominantes, lo que dota al disco de un aire único (es para resaltar la colaboración de Carlinhos Brown, como también la de la Tribu Xavante del Amazonas).
Para cerrar ir cerrando podríamos decir que en Roots encontramos un disco que mezcla de manera sublime diversos estilos (Death Metal, Hardcore, el recien nacido Nü-Metal, y los ya mencionados elementos tribales de la cultura brasileña), así que sería correcto clasificarlo como Metal Alternativo. Para mí, es simplemente una obra maestra y un disco indispensable en cualquier colección de melómano.
sábado, 22 de mayo de 2010
Pecados Capitales
Nada hacía presagiar que después del fracaso comercial que resultó Alien 3 (1992), David Fincher iba a convertirse con su segundo film en un referente del nuevo cine hollywoodense.
Siguiendo con ese gusto por los ambientes góticos (dos aspectos que sustentan el cine de Fincher es la ya mencionada tendencia a las historias tenebrosas, y el otro es el fuerte impacto visual de su obra), este director estadounidense nos regaló una película dura e inquietante que se mueve entre el cine negro y los thrillers psicológicos.
Pecados Capitales narra la historia de William Somersert (Morgan Freeman), un detective a punto de jubilarse, y su compañero David Mills (Brad Pitt), otro detective que recien se inicia en la carrera. Somerset y Mills se mueven en una ciudad gris -en la que parece no dejar de llover nunca- tras la pista de un asesino en serie (Kevin Spacey) sádico y metódico que para acabar con sus víctimas se basa en los siete pecados capitales.
A medida que el film avanza, nuestra imaginación vuela por los rincones más oscuros de nuestra mente, hurgando en los miedos y jugando con el morbo. Todo el ambiente de Pecados Capitales es claustrofóbico y tortuoso. La ciudad se convierte en un espacio de pesadilla y decadencia humana.
De esta atmósfera insana se destila un pesimismo existencial que se erige en el final del film (tan calculado e inteligente), arrastrando una pesada carga de tragedia. Y es con esta película en particular que David Fincher nos habla de los peores estigmas de nuestra sociedad.
En definitva, una OBRA MAESTRA.
Siguiendo con ese gusto por los ambientes góticos (dos aspectos que sustentan el cine de Fincher es la ya mencionada tendencia a las historias tenebrosas, y el otro es el fuerte impacto visual de su obra), este director estadounidense nos regaló una película dura e inquietante que se mueve entre el cine negro y los thrillers psicológicos.
Pecados Capitales narra la historia de William Somersert (Morgan Freeman), un detective a punto de jubilarse, y su compañero David Mills (Brad Pitt), otro detective que recien se inicia en la carrera. Somerset y Mills se mueven en una ciudad gris -en la que parece no dejar de llover nunca- tras la pista de un asesino en serie (Kevin Spacey) sádico y metódico que para acabar con sus víctimas se basa en los siete pecados capitales.
A medida que el film avanza, nuestra imaginación vuela por los rincones más oscuros de nuestra mente, hurgando en los miedos y jugando con el morbo. Todo el ambiente de Pecados Capitales es claustrofóbico y tortuoso. La ciudad se convierte en un espacio de pesadilla y decadencia humana.
De esta atmósfera insana se destila un pesimismo existencial que se erige en el final del film (tan calculado e inteligente), arrastrando una pesada carga de tragedia. Y es con esta película en particular que David Fincher nos habla de los peores estigmas de nuestra sociedad.
En definitva, una OBRA MAESTRA.
viernes, 21 de mayo de 2010
Jack London "Martin Eden"
Jack London fue un escritor estadounidense nacido San Francisco, California, en enero de 1876. Se dice que se auto-educó, proceso que llevó a cabo en una biblioteca pública de la ciudad leyendo libros. En 1883 leyó una novela de la escritora inglesa Ouida, la cual le sirvió de motor para arrancar con su carrera literaria.
Sus obras más celebradas quizás sean El lobo de mar (1904) y Colmillo blanco (1906), pero sin duda otro libro memorable en su haber es la novela semi-autobiográfica Martin Eden (1909).
La hisotoria es acerca de un marinero pobre y bruto llamado Martin, que un día, eclipsado por el amor de una mujer de clase social superior a él, percibe que hay algo más; algo que fluctúa en la realidad que le rodea, dotándola de hermosura. Ese "algo" está encerrado en los libros, y Martin sorprendido por la existencia de esa belleza, se fija como meta alcanzarla asegurándose entonces el corazón de su amada.
Martin se transforma poco a poco a un buscador de belleza, belleza que ansía y que se le escapa entre las manos porque carece de herramientas para dominarla. Pero es tan grande ese deseo, tan puro, y él es tan perceberante, que camino a concretar ese sueño lo va perdiendo todo: la familia, los amigos, los seres queridos… y se encuentra cara a cara con la soledad más absoluta del artista (el que pasa hambre, el que no duerme, el que se siente incomprendido por la sociedad).
El libro entero es un canto a la lucha por mejorar, por aprender, por superarse. Jack London consigue con Martin Eden una obra obligada para todo aquel que anhele desempeñar el oficio de la pluma, ya que las inquietudes que pueda sentir cualquier persona que escribe, aquí están plasmadas con una nitidez y un realismo que abruman.
Sus obras más celebradas quizás sean El lobo de mar (1904) y Colmillo blanco (1906), pero sin duda otro libro memorable en su haber es la novela semi-autobiográfica Martin Eden (1909).
La hisotoria es acerca de un marinero pobre y bruto llamado Martin, que un día, eclipsado por el amor de una mujer de clase social superior a él, percibe que hay algo más; algo que fluctúa en la realidad que le rodea, dotándola de hermosura. Ese "algo" está encerrado en los libros, y Martin sorprendido por la existencia de esa belleza, se fija como meta alcanzarla asegurándose entonces el corazón de su amada.
Martin se transforma poco a poco a un buscador de belleza, belleza que ansía y que se le escapa entre las manos porque carece de herramientas para dominarla. Pero es tan grande ese deseo, tan puro, y él es tan perceberante, que camino a concretar ese sueño lo va perdiendo todo: la familia, los amigos, los seres queridos… y se encuentra cara a cara con la soledad más absoluta del artista (el que pasa hambre, el que no duerme, el que se siente incomprendido por la sociedad).
El libro entero es un canto a la lucha por mejorar, por aprender, por superarse. Jack London consigue con Martin Eden una obra obligada para todo aquel que anhele desempeñar el oficio de la pluma, ya que las inquietudes que pueda sentir cualquier persona que escribe, aquí están plasmadas con una nitidez y un realismo que abruman.
viernes, 7 de mayo de 2010
Indio Solari "Porco Rex"
Con autoridad de emperador chino el Indio Solari (que ya desde la portada se presenta con una foto de su cara usando un turbante y cinco símbolos del lenguaje sordomudo/carcelario aludiendo a sí mismo) vuelve a cautivar los sentidos en cincuenta y cinco minutos de música rock. Porco Rex es su segundo trabajo solista y en él refleja un sincero muestrario de las obsesiones y ansiedades de un rocker que pisa las seis décadas con estoica elegancia y un espíritu de resistencia admirable.
Se sabe que cada disco, o recital, de quien fuera la voz de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, es celebrado como una fiesta pagana por sus millones de seguidores. Fue entonces que, para ellos, el 2007 se consumó con un regalo generoso de su máximo dios vivo. Porco Rex es un álbum potente y directo, menos complejo que su debut pero con canciones memorables.
A primera escucha el LP puede sonar todo igual, aunque en general los discos del Indio -tanto en su carrera solista como con los Redondos- requieren de una serie de escuchas para entenderlos. Así es que a medida que uno reincide en estas trece canciones, se hace cada vez más difícil sacarlas de la compactera y de la cabeza.
Porco Rex es un disco dramático y vital, suena mucho más eléctrico y dinámico que su antecesor. En esta vuelta, las guitarras y la batería predominan sobre los sonidos electrónicos; y la voz del Indio (tan áspera, oscura y magnética como siempre) nos ofrece por primera vez un cierto grado de confesionalidad nunca antes visto en sus letras (dedicatorias explícitas a amigos que ya no están, a su mujer, y a lo que parece ser su manera de ver las cosas con respecto a la separación de los Redondos).
Constantemente alude a "Monsieur Sandoz" como encargado de casi todo menos de hacer sonar los instrumentos ya que esa fue tarea de los guitarristas Baltasar Comotto y Gaspar Banegas, el bajista Marcelo Torres, los bateristas Hernán Aramberri y Martín Carrizo, y la sección de vientos a cargo Alejo Von Der Pahlen y Ervin Stutz. Además de Andrés Calamaro, acreditado como "el inefable Señor Gama Alta", quien aparece de invitado en un tema.
El arte gráfico gira en torno al erotismo, la insinuación y el deseo a través de un collage de imágenes de mujeres desnudas, la Virgen María, dibujos de un cerdo y animales varios, más frases sueltas (como de la escritora Clarece Lispector). Y como siempre, el Indio se maneja con total independencia tanto desde la producción como en el lanzamiento y la distribución.
En definitiva, Porco Rex es un disco que se respira casi como un mantra nervioso y que está empapado de esas buenas melodías que mueven estadios o silban bajito cuando hay que colorear la soledad.
Se sabe que cada disco, o recital, de quien fuera la voz de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, es celebrado como una fiesta pagana por sus millones de seguidores. Fue entonces que, para ellos, el 2007 se consumó con un regalo generoso de su máximo dios vivo. Porco Rex es un álbum potente y directo, menos complejo que su debut pero con canciones memorables.
A primera escucha el LP puede sonar todo igual, aunque en general los discos del Indio -tanto en su carrera solista como con los Redondos- requieren de una serie de escuchas para entenderlos. Así es que a medida que uno reincide en estas trece canciones, se hace cada vez más difícil sacarlas de la compactera y de la cabeza.
Porco Rex es un disco dramático y vital, suena mucho más eléctrico y dinámico que su antecesor. En esta vuelta, las guitarras y la batería predominan sobre los sonidos electrónicos; y la voz del Indio (tan áspera, oscura y magnética como siempre) nos ofrece por primera vez un cierto grado de confesionalidad nunca antes visto en sus letras (dedicatorias explícitas a amigos que ya no están, a su mujer, y a lo que parece ser su manera de ver las cosas con respecto a la separación de los Redondos).
Constantemente alude a "Monsieur Sandoz" como encargado de casi todo menos de hacer sonar los instrumentos ya que esa fue tarea de los guitarristas Baltasar Comotto y Gaspar Banegas, el bajista Marcelo Torres, los bateristas Hernán Aramberri y Martín Carrizo, y la sección de vientos a cargo Alejo Von Der Pahlen y Ervin Stutz. Además de Andrés Calamaro, acreditado como "el inefable Señor Gama Alta", quien aparece de invitado en un tema.
El arte gráfico gira en torno al erotismo, la insinuación y el deseo a través de un collage de imágenes de mujeres desnudas, la Virgen María, dibujos de un cerdo y animales varios, más frases sueltas (como de la escritora Clarece Lispector). Y como siempre, el Indio se maneja con total independencia tanto desde la producción como en el lanzamiento y la distribución.
En definitiva, Porco Rex es un disco que se respira casi como un mantra nervioso y que está empapado de esas buenas melodías que mueven estadios o silban bajito cuando hay que colorear la soledad.
El Caballero de la Noche
Christopher Nolan es un director y guionista de cine nacido en julio de 1970 en Londres. Se hizo conocido por su film Memento (2000), el cual le valió el Oscar al mejor guión original. Pero sin duda, lo que lo consolidó como director fue la nueva saga cinematográfica de Batman: Batman Inicia (2005) y El Caballero de la Noche (2008).
Esta película es una continuación en el sentido literal de la palabra ya que sigue lo que ocurre en la última escena de Batman Inicia, cuando el Comisario Gordon le advierte a Batman sobre el "nuevo" criminal que anda rondando por las calles de Ciudad Gótica: el Guasón. Para la caracterización del archivillano de Batman se realizó un casting por el cual pasaron actores como Crispin Glover, Vincent Cassel, Paul Bettany y Steve Buscemi. Finalmente, el elegido para interpretar el papel fue Heath Ledger (trágicamente fallecido poco después), quien desempeñó un trabajo impresionante.
Esta caracterización del Guasón es muy distinta a la de Jack Nicholson en Batman de 1989, empezando por el aspecto físico: el maquillaje todo corrido, dos enormes cicatrices a ambos lados de la boca, el pelo largo y grasiento (de un color castaño pero con grandes reflejos hechos en tintura verde), y vestimenta harapienta. La idea, esta vez, se nota que era darle una apariencia más terrorífica que payasesca.
Nolan aprovecha el clima y el tono oscurísimo del film para contar una historia sin necesidad de explicar demasiado. Nada se sabe del origen del Guasón, sólo lo que él cuenta (dos "nacimientos" totalmente distintos)... Un indicio más del perfil psicológico de este psicópata que roba bancos y mata por deporte. Christian Bale está mucho mejor que en la primera parte. Michael Caine, Gary Oldman y Norman Freeman cumplen como siempre, y Aaron Eckhart también sorprende con su versión de Harvey Dent. En general todas las actuaciones son brillantes y éste es uno de los puntos más altos de la película.
En ese mismo afán de no explicar demasiado para mantener atrapado al espectador, Nolan logra que la película merezca más de una visión. Para ir cerrando, ¿nace un nuevo estilo de films de superhéroes?
Esta película es una continuación en el sentido literal de la palabra ya que sigue lo que ocurre en la última escena de Batman Inicia, cuando el Comisario Gordon le advierte a Batman sobre el "nuevo" criminal que anda rondando por las calles de Ciudad Gótica: el Guasón. Para la caracterización del archivillano de Batman se realizó un casting por el cual pasaron actores como Crispin Glover, Vincent Cassel, Paul Bettany y Steve Buscemi. Finalmente, el elegido para interpretar el papel fue Heath Ledger (trágicamente fallecido poco después), quien desempeñó un trabajo impresionante.
Esta caracterización del Guasón es muy distinta a la de Jack Nicholson en Batman de 1989, empezando por el aspecto físico: el maquillaje todo corrido, dos enormes cicatrices a ambos lados de la boca, el pelo largo y grasiento (de un color castaño pero con grandes reflejos hechos en tintura verde), y vestimenta harapienta. La idea, esta vez, se nota que era darle una apariencia más terrorífica que payasesca.
Nolan aprovecha el clima y el tono oscurísimo del film para contar una historia sin necesidad de explicar demasiado. Nada se sabe del origen del Guasón, sólo lo que él cuenta (dos "nacimientos" totalmente distintos)... Un indicio más del perfil psicológico de este psicópata que roba bancos y mata por deporte. Christian Bale está mucho mejor que en la primera parte. Michael Caine, Gary Oldman y Norman Freeman cumplen como siempre, y Aaron Eckhart también sorprende con su versión de Harvey Dent. En general todas las actuaciones son brillantes y éste es uno de los puntos más altos de la película.
En ese mismo afán de no explicar demasiado para mantener atrapado al espectador, Nolan logra que la película merezca más de una visión. Para ir cerrando, ¿nace un nuevo estilo de films de superhéroes?
Mario Benedetti "La tregua"
Mario Benedetti fue un escritor y poeta nacido en Paso de los Toros, Uruguay, en septiembre de 1920. Su vasta producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas. Su obra abarcó los géneros narrativos, dramáticos y poéticos. Asimismo fue autor de ensayos y su voz recitando sus poemas fue grabada en varios casetes y cds. Joan Manuel Serrat musicalizó varios de sus poemas en el disco El sur también existe.
Benedetti hizo sus comienzos literarios en 1945 cuando se integró al equipo de redacción del semanario Marcha. Para 1954 ya había sido nombrado director literario de dicho semanario, donde permaneció hasta 1974 (año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry). Aunque también para 1949 se convirtió en miembro del consejo de redacción de Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época.
El escritor publicó varios libros de cuentos y poemas, además de algunas novelas. Quizás la más celebrada de ellas sea La tregua de 1960. La tregua es un novela que está escrita en forma de entradas del diario personal del protagonista, Martín Santomé -un viudo de 49 años que está a punto de jubilarse-.
El día a día rutinario en la oficina hace que Martín no tenga una buena relación con sus tres hijos ya mayores, debido a que es obsesivo de su obsesión por el trabajo. Pero todo cambia para él cuando irrumpe aparece la joven Laura Avellaneda, una chica de 24 años, que entra a trabajar en la empresa para la cual trabaja Martín. Poco a poco, entre ellos se va desarrollando un romance y es así que este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.
La soledad, la incomunicación, el amor, la sexualidad, la felicidad, la muerte y los problemas políticos son algunos de los temas que aparecen en La tregua. Esta novela ha sido adaptada al cine, la televisión y el teatro, pero sobre todo ha sido aclamada por los lectores de todo el mundo.
Benedetti hizo sus comienzos literarios en 1945 cuando se integró al equipo de redacción del semanario Marcha. Para 1954 ya había sido nombrado director literario de dicho semanario, donde permaneció hasta 1974 (año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry). Aunque también para 1949 se convirtió en miembro del consejo de redacción de Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época.
El escritor publicó varios libros de cuentos y poemas, además de algunas novelas. Quizás la más celebrada de ellas sea La tregua de 1960. La tregua es un novela que está escrita en forma de entradas del diario personal del protagonista, Martín Santomé -un viudo de 49 años que está a punto de jubilarse-.
El día a día rutinario en la oficina hace que Martín no tenga una buena relación con sus tres hijos ya mayores, debido a que es obsesivo de su obsesión por el trabajo. Pero todo cambia para él cuando irrumpe aparece la joven Laura Avellaneda, una chica de 24 años, que entra a trabajar en la empresa para la cual trabaja Martín. Poco a poco, entre ellos se va desarrollando un romance y es así que este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.
La soledad, la incomunicación, el amor, la sexualidad, la felicidad, la muerte y los problemas políticos son algunos de los temas que aparecen en La tregua. Esta novela ha sido adaptada al cine, la televisión y el teatro, pero sobre todo ha sido aclamada por los lectores de todo el mundo.
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