Paul Westerberg fue el líder de los Replacements, un grupo de rock con influencias punk oriundo de Minneapolis. Formaron parte de la escena alternativa americana de los '80 -la cual giraba entorno a las radios universitarias-, donde si R.E.M. hacían de los Beatles, The Replacements eran como los Rolling Stones. Ellos jugaron a ser los chicos malos y perdieron.
Pero lo que perdieron en éxito lo ganaron en encanto con esa aureola de grupo de culto. Y es que justamente R.E.M. hoy día son conocidos hasta por el más desentendido en materia de rock alternativo, careciendo de ese grado de exclusividad, de ser como un secreto que hace que las canciones sean algo más tuyo.
A fines de 1990 The Replacements se desintegraban como banda, pero Paul siguió en plan solista. Su primera aparición en solitario fue en la banda de sonido de la película Vida de Solteros, firmando dos excelentes canciones que prometían convertir a Westerberg en una superestrella. Su álbum debut, titulado 14 Songs, se editó en 1993, pero pasó sin pena ni gloria; le sucedieron Eventually de 1996, Suicaine Gratification de 1999 y Stereo del 2002, entre otros.
En Stereo, el ex líder de los Replacements nos ofrece un disco doble (un CD con canciones de rock de garage y otro de baladas con aire folk), de sonido crudo, austero e íntimo... al que quizás le falte algún que otro ajuste de tuerca, pero donde las canciones terminan quedándose con el oyente a la segunda o tercera escucha.
Paul siempre ha tenido una voz muy particular (algo rota, pero cálida), capaz de irradiar emoción y carisma. Sus canciones están hechas a base de guitarras eléctricas adornadas con toques acústicos y hasta poperos. Aquí se nota más que nunca la influencia de algunos de sus ídolos de siempre: Bob Dylan, New York Dolls, Big Star y los eternos Stones.
Es que a partir de esta época Westerberg firmó con una discográfica pequeña (Vragant) y decidió prescindir de managers y abogados y grabar casi todo solito en el sótano de su casa y salir a dar vueltas con su guitarra y nada más.
Este es un disco que aborda su faceta más áspera pero que acaba resultando tan actrativo como cualquier otro de sus trabajos discográficos. Para mí, lo mejor que ha hecho nunca.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Che: El Argentino
Che: El Argentino es una película biográfica dirigida por Steven Soderbergh, realizador de otros films exitosos como Traffic, Ocean's Eleven y Ocean's Twelve. La película en cuestión, es acerca del revolucionario argentino Ernesto "Che" Guevara, basándose en dos libros sobre sus figura: Pasajes de la Guerra Revolucionaria y Diario del Che en Bolivia.
El argumento se centra en la revolución cubana, desde el momento en que Fidel Castro conoce en México al joven médico argentino, quien llegaba procedente de Guatemala. Allí, Guevara entró en contacto con los revolucionarios cubanos (quienes lo apodaron como "Che" por la famosa expresión argentina).
Para 1956, Castro y un grupo de 80 rebeldes -entre ellos, el Che- navegaron a Cuba para realizar la revolución. Dicha lucha inició una sangrienta batalla por liberar al pueblo cubano de la corrupta dictadura de Fulgencio Batista. En el film también se puede apreciar como Guevara representa a Cuba ante las Naciones Unidas en 1964.
El rol protagónico quedó en manos de un actor que ha alcanzado un gran parecido físico con el Che, el puertorriqueño Benicio Del Toro. Para el papel, Del Toro pasó siete años en obsesiva investigación, lo que lo hizo sentir que se había ganado el personaje.
La película fue originalmente filmada como una sola, pero luego se optó por lanzarla en dos partes. La primera parte de esas dos partes es la que nos ocupa hoy, pero la segunda arranca con Guevara en el poder y en la cima de su popularidad, gracias al triunfo de la revolución. Pero de pronto desaparece sin dejar rastros. Nadie sabe qué ha sido de él, hasta que resurge en Bolivia de manera clandestina y concretando operaciones encubiertas. Y junto a un pequeño grupo de cubanos y varios reclutas bolivianos, el Che se propone extender la revolución hacia todos los rincones de América Latina.
El argumento se centra en la revolución cubana, desde el momento en que Fidel Castro conoce en México al joven médico argentino, quien llegaba procedente de Guatemala. Allí, Guevara entró en contacto con los revolucionarios cubanos (quienes lo apodaron como "Che" por la famosa expresión argentina).
Para 1956, Castro y un grupo de 80 rebeldes -entre ellos, el Che- navegaron a Cuba para realizar la revolución. Dicha lucha inició una sangrienta batalla por liberar al pueblo cubano de la corrupta dictadura de Fulgencio Batista. En el film también se puede apreciar como Guevara representa a Cuba ante las Naciones Unidas en 1964.
El rol protagónico quedó en manos de un actor que ha alcanzado un gran parecido físico con el Che, el puertorriqueño Benicio Del Toro. Para el papel, Del Toro pasó siete años en obsesiva investigación, lo que lo hizo sentir que se había ganado el personaje.
La película fue originalmente filmada como una sola, pero luego se optó por lanzarla en dos partes. La primera parte de esas dos partes es la que nos ocupa hoy, pero la segunda arranca con Guevara en el poder y en la cima de su popularidad, gracias al triunfo de la revolución. Pero de pronto desaparece sin dejar rastros. Nadie sabe qué ha sido de él, hasta que resurge en Bolivia de manera clandestina y concretando operaciones encubiertas. Y junto a un pequeño grupo de cubanos y varios reclutas bolivianos, el Che se propone extender la revolución hacia todos los rincones de América Latina.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Alejandra Pizarnik "El infierno musical"
Alejandra Pizarnik fue una poetisa argentina nacida en 1936 en la ciudad de Buenos Aires. Su obra pertenece a la corriente del surrealismo. Sus poemas tenían una temática nocturna, angustiada, y muy elaborada, con versos duros y directos.
En 1954 ingresó a la Facultad de Filosofía, donde estudió Letras, aunque hizo también una breve incursión en la carrera de Periodismo. No finalizó ninguna de ellas y buscando su verdadera vocación, hasta asisitió a un taller de pintura de Juan Batlle Planas.
Entre 1960 y 19644 vivió en París, madurando mucho como poeta. Estando allí trabajó para numerosas revistas de poesía y literatura americanas y europeas, como correctora de pruebas y traductora. Asimismo hizo amistad con pares como Julio Cortazar, entre otros.
Al regresar a Buenos Aires, publicó sus libros más reconocidos: "Los trabajos y las noches","Extracción de la piedra de la locura" y "El infierno musical". En 1968 obtuvo una beca y viajó por un breve tiempo a Nueva York y París. A causa de sus continuas depresiones y tentativas de suicidio, pasó semirrecluida sus últimos años. A mediados del '72 estuvo internada cinco meses en el hospital psiquiátrico Pirovano y en un permiso para pasar el fin de semana en su casa, se quitó la vida con una sobredosis de antidepresivos.
El infierno musical es una de las grandes antologías poéticas de la literatura argentina; y el mayor mérito de Alejandra consistía en estremecer a través del lenguaje, en despertar los sentidos del lector con aquella honestidad brutal que sobrevuela sus versos.
Pizarnik tiene numerosas composiciones cuya estructura es interrogativa. Formula preguntas a sus poemas, o a través de ellos, aunque la poesía no responda a los enigmas que se plantea. Este cuestionamiento de la relación entre la palabra y la vida se acentúa en estos textos. Los poemas son diferentes en su forma, pero mantienen siempre la misma calidad literaria.
El infierno musical es la búsqueda de la palabra exacta, que dijera lo que debía decir. La poeta concedía una importancia immensa a ese espacio -la página en blanco- al cual se enfrentaba; como utilizando una pizarra, donde elaboraba sus ceñidos poemas, ajustando el ritmo exacto, la forma que cupiera, a modo de pieza de un rompecabezas.
Pizarnik rueda en un desborde de palabras donde se pregunta o se condena a sí misma. El infierno musical evoca, muchas veces, a un espacio cerrado y agobiante, donde impera la sensación de asfixia... configurando así todo un mundo de horror y desesperación.
En 1954 ingresó a la Facultad de Filosofía, donde estudió Letras, aunque hizo también una breve incursión en la carrera de Periodismo. No finalizó ninguna de ellas y buscando su verdadera vocación, hasta asisitió a un taller de pintura de Juan Batlle Planas.
Entre 1960 y 19644 vivió en París, madurando mucho como poeta. Estando allí trabajó para numerosas revistas de poesía y literatura americanas y europeas, como correctora de pruebas y traductora. Asimismo hizo amistad con pares como Julio Cortazar, entre otros.
Al regresar a Buenos Aires, publicó sus libros más reconocidos: "Los trabajos y las noches","Extracción de la piedra de la locura" y "El infierno musical". En 1968 obtuvo una beca y viajó por un breve tiempo a Nueva York y París. A causa de sus continuas depresiones y tentativas de suicidio, pasó semirrecluida sus últimos años. A mediados del '72 estuvo internada cinco meses en el hospital psiquiátrico Pirovano y en un permiso para pasar el fin de semana en su casa, se quitó la vida con una sobredosis de antidepresivos.
El infierno musical es una de las grandes antologías poéticas de la literatura argentina; y el mayor mérito de Alejandra consistía en estremecer a través del lenguaje, en despertar los sentidos del lector con aquella honestidad brutal que sobrevuela sus versos.
Pizarnik tiene numerosas composiciones cuya estructura es interrogativa. Formula preguntas a sus poemas, o a través de ellos, aunque la poesía no responda a los enigmas que se plantea. Este cuestionamiento de la relación entre la palabra y la vida se acentúa en estos textos. Los poemas son diferentes en su forma, pero mantienen siempre la misma calidad literaria.
El infierno musical es la búsqueda de la palabra exacta, que dijera lo que debía decir. La poeta concedía una importancia immensa a ese espacio -la página en blanco- al cual se enfrentaba; como utilizando una pizarra, donde elaboraba sus ceñidos poemas, ajustando el ritmo exacto, la forma que cupiera, a modo de pieza de un rompecabezas.
Pizarnik rueda en un desborde de palabras donde se pregunta o se condena a sí misma. El infierno musical evoca, muchas veces, a un espacio cerrado y agobiante, donde impera la sensación de asfixia... configurando así todo un mundo de horror y desesperación.
lunes, 21 de diciembre de 2009
Menos Que Cero
Menos Que Cero fue un grupo argentino de rock formado a mediados de los '90, el cual transitó el under porteño durante toda esa década. La primera alineación la integraban Mariano "Manza" Esaín en voz y guitarra, Diego Vila en bajo y coros, y Fernando Minimal en batería. Tomaron el nombre de la banda de un libro de Bret Easton Ellis.
El trío tocaba un punk-rock adrenalínico y garagero, con melodías pegadizas y letras tan desesperantes como liberadoras. Grabaron dos discos (Menos Que Cero de 1997 y Cualquier Otro Día de 1999) y un ep (Ojos de Ciudad de 2000), y más tarde se separaron. Esaín, por su lado, se volcó luego a a otros proyectos (Flopa Manza Minimal, Valle de Muñecas), además de dedicarse de lleno a la labor de productor (atendió a bandas como Pez, Mataplantas, Astroboy, Los Peyotes, entre otros).
Con respecto a su debut autotitulado se puede decir que es un trabajo en el que las guitarras están bien al frente; las melodías y las armonias vocales son tan importantes como las sólidas y -perfectamente ejecutadas- bases que aparte de funcionar como la carrocería de su sonido le aporta a todos los temas de la placa una profundidad y un groove especial.
Las letras hablan de cosas de todos los días (fracasos amorosos, soledad, rutina, melancolía), sin embargo suenan auténticas y catárticas... y no como una pose que responda al típico esterotipo del músico rebelde, depresivo y trasnochador.
Los riffs punzantes de guitarra y la batería latosa logran un colchón sonóro macizo en el que la voz de Manza canta de forma desgarrada y urgente. La música de Menos Que Cero genera una mezcla de sensaciones contrapuestas que encajan fenomenalmente con el escepticismo mágico que transmite Esaín en sus textos sobre una urbe gris, carente de alma y atractivos.
En definitiva, Menos Que Cero es de esas bandas infravaloradas que invitan al oyente a subirse a su tren y hacen que en ese viaje sea fácil perderse y, aún más fácil, adorarlos.
El trío tocaba un punk-rock adrenalínico y garagero, con melodías pegadizas y letras tan desesperantes como liberadoras. Grabaron dos discos (Menos Que Cero de 1997 y Cualquier Otro Día de 1999) y un ep (Ojos de Ciudad de 2000), y más tarde se separaron. Esaín, por su lado, se volcó luego a a otros proyectos (Flopa Manza Minimal, Valle de Muñecas), además de dedicarse de lleno a la labor de productor (atendió a bandas como Pez, Mataplantas, Astroboy, Los Peyotes, entre otros).
Con respecto a su debut autotitulado se puede decir que es un trabajo en el que las guitarras están bien al frente; las melodías y las armonias vocales son tan importantes como las sólidas y -perfectamente ejecutadas- bases que aparte de funcionar como la carrocería de su sonido le aporta a todos los temas de la placa una profundidad y un groove especial.
Las letras hablan de cosas de todos los días (fracasos amorosos, soledad, rutina, melancolía), sin embargo suenan auténticas y catárticas... y no como una pose que responda al típico esterotipo del músico rebelde, depresivo y trasnochador.
Los riffs punzantes de guitarra y la batería latosa logran un colchón sonóro macizo en el que la voz de Manza canta de forma desgarrada y urgente. La música de Menos Que Cero genera una mezcla de sensaciones contrapuestas que encajan fenomenalmente con el escepticismo mágico que transmite Esaín en sus textos sobre una urbe gris, carente de alma y atractivos.
En definitiva, Menos Que Cero es de esas bandas infravaloradas que invitan al oyente a subirse a su tren y hacen que en ese viaje sea fácil perderse y, aún más fácil, adorarlos.
La Vida de David Gale
Alan Parker es un reconocido director de cine, productor y guionista inglés. Ha trabajado en la industria del cine británico, como también en Hollywood, y es uno de los miembros fundadores del Gremio de Directores de Cine en Gran Bretaña.
Parker ha dirigido importantes películas como Expreso de Medianoche, The Wall o Evita (el musical) -por citar algunos titulos-, pero es la última de sus obras hasta la fecha la que analizaremos a fondo.
Protagonizada por Kevin Spacey, Kate Winslet y Laura Linney La Vida de David Gale cuenta la historia de un profesor universitario de filosofía y activista en Death Watch, una organización que lucha por la abolición de la pena de muerte. Su vida da un giro de 180º cuando es acusado de violación por una alumna, perdiendo así su empleo y siendo abandonado por su esposa.
Posteriormente David (Spacey) es llevado a prisión, pero luego puesto en libertad porque su alumna retira los cargos. Al cabo de un tiempo, Constance (Linney), una docente compañera amiga suya y también miembro de Death Watch, es encontrada muerta y todo indica que él fue el asesino.
Gale es apresado nuevamente y se lo condena a muerte. Por estas razones, y cerca de la fecha de su ejecución, David decide contarle su versión de los hechos a una periodista llamada Bitsey Bloom (Kate Winslet). Ella en un principio no dudaba de la culpabilidad del acusado, pero va cambiando de opinión a medida de una serie de entrevistas que le hace.
Días antes de cumplirse la condena, Bitsey logra obtener un video que prueba la inocencia de David, pero por desgracia el tiempo le juega en contra y Gale es finalmente ejecutado.
Filmado con ritmo y elegancia, e interpretada espléndidamente por los tres actores, La Vida de David Gale es un drama intenso que por momentos se torna un thriller; aunque escondido con sutileza en su contenido, el film sirve como todo un planteo al delicado tema que es la pena de muerte.
Parker ha dirigido importantes películas como Expreso de Medianoche, The Wall o Evita (el musical) -por citar algunos titulos-, pero es la última de sus obras hasta la fecha la que analizaremos a fondo.
Protagonizada por Kevin Spacey, Kate Winslet y Laura Linney La Vida de David Gale cuenta la historia de un profesor universitario de filosofía y activista en Death Watch, una organización que lucha por la abolición de la pena de muerte. Su vida da un giro de 180º cuando es acusado de violación por una alumna, perdiendo así su empleo y siendo abandonado por su esposa.
Posteriormente David (Spacey) es llevado a prisión, pero luego puesto en libertad porque su alumna retira los cargos. Al cabo de un tiempo, Constance (Linney), una docente compañera amiga suya y también miembro de Death Watch, es encontrada muerta y todo indica que él fue el asesino.
Gale es apresado nuevamente y se lo condena a muerte. Por estas razones, y cerca de la fecha de su ejecución, David decide contarle su versión de los hechos a una periodista llamada Bitsey Bloom (Kate Winslet). Ella en un principio no dudaba de la culpabilidad del acusado, pero va cambiando de opinión a medida de una serie de entrevistas que le hace.
Días antes de cumplirse la condena, Bitsey logra obtener un video que prueba la inocencia de David, pero por desgracia el tiempo le juega en contra y Gale es finalmente ejecutado.
Filmado con ritmo y elegancia, e interpretada espléndidamente por los tres actores, La Vida de David Gale es un drama intenso que por momentos se torna un thriller; aunque escondido con sutileza en su contenido, el film sirve como todo un planteo al delicado tema que es la pena de muerte.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Ernesto Sabato "Sobre héroes y tumbas"
Ernesto Sabato es un escritor nacido en Rojas, provincia de Buenos Aires, en 1911. Antes de convertirse en un hombre de letras realizó un doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata. Trabajó también en el Laboratorio Curie, en París, pero abandonó la ciencia en 1945 para dedicarse de lleno a la literatura.
Escribió varios libros de ensayos sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria. Pero también ha escrito tres celebradas novelas: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).
Sobre héroes y tumbas es considerada la mejor novela argentina del siglo XX; fue la obra que consagró a Sabato como escritor universal. En ella quiso indagar 'las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre', volcando sus obsesiones personales en una clara introspección autobiográfica en medio de las reflexiones sobre la historia argentina.
Este libro es todo un viaje narrativo que nos lleva a conocer a los últimos representantes de una familia oligárquica venida a menos, Los Vidal Olmos. Los personajes centrales de la historia son el atormentado Martín y la misteriosa Alejandra, dos jóvenes que se conocen una tarde por casualidad en el Parque Lezama. Él es hijo de un pintor fracasado y una madre que lo degrada constantemente, y ella arrastra una esquizofrenia familiar que fue heredada de generación en generación. Pero el misticismo que envuelve la casa en la que ella vive termina de hechizar por completo a Martín.
La mejor parte del libro quizás llega con el "Informe sobre ciegos"; un relato pesadillezco con elementos surrealistas que habla sobre una secta de no videntes que maneja el mundo, y que a su vez sirve para conocer la particular pyche del personaje más tenebroso de la historia: Fernando Vidal Olmos, padre de Alejandra.
En síntesis, Sobre héroes y tumbas es un cóctel de emociones en amplio derroche de anécdotas familiares e históricas. Una novela atrapante como pocas en la que se entrelazan pasión, locura, tragedia y realidad social.
Escribió varios libros de ensayos sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria. Pero también ha escrito tres celebradas novelas: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961), y Abbadón el exterminador (1974).
Sobre héroes y tumbas es considerada la mejor novela argentina del siglo XX; fue la obra que consagró a Sabato como escritor universal. En ella quiso indagar 'las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre', volcando sus obsesiones personales en una clara introspección autobiográfica en medio de las reflexiones sobre la historia argentina.
Este libro es todo un viaje narrativo que nos lleva a conocer a los últimos representantes de una familia oligárquica venida a menos, Los Vidal Olmos. Los personajes centrales de la historia son el atormentado Martín y la misteriosa Alejandra, dos jóvenes que se conocen una tarde por casualidad en el Parque Lezama. Él es hijo de un pintor fracasado y una madre que lo degrada constantemente, y ella arrastra una esquizofrenia familiar que fue heredada de generación en generación. Pero el misticismo que envuelve la casa en la que ella vive termina de hechizar por completo a Martín.
La mejor parte del libro quizás llega con el "Informe sobre ciegos"; un relato pesadillezco con elementos surrealistas que habla sobre una secta de no videntes que maneja el mundo, y que a su vez sirve para conocer la particular pyche del personaje más tenebroso de la historia: Fernando Vidal Olmos, padre de Alejandra.
En síntesis, Sobre héroes y tumbas es un cóctel de emociones en amplio derroche de anécdotas familiares e históricas. Una novela atrapante como pocas en la que se entrelazan pasión, locura, tragedia y realidad social.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Ryan Adams "Cardinology"
Ryan Adams se ha convetido poco a poco en uno de los más notables compositores de la música actual. Es que no muchos artistas han sido tan prolíficos a lo largo de su carrera como él. Después de disolver Whiskeytown se lanzó como solista a fines del 2000, sacando de manera compulsiva un disco tras otro y, según se dice, tiene varios más completamente grabados que no han visto la luz todavía.
Si algo hay que alabar de éste músico oriundo de Jacksonville es su capacidad para recrearse; Ryan es como un camaleón que cambia constantemente, nunca se repite y siempre está en transformación sacando un disco de rock o alguna joya folk, y en todos logra mantener una altísima calidad artística.
En Cardinology muestra su cara más madura y menos egocéntrica. Las letras de la mayoría de las canciones hablan de pérdidas, soledad, anhelos, culpas y ansias de superación. En lo musical, la aportación de su banda The Cardinals es excelente, la cosa oscila entre el rock de radiofórmula y estadio (al mejor estilo U2) y la sutilidad de las baladas country que siempre Adams tuvo facilidad para escribir.
Se destacan los temas con esas pedal steel llamando al recuerdo de la música americana de Gram Parsons, al igual que las guitarras cargadas de groove y brillos negros que de a ratos toman velocidades intermedias tiñiéndolo todo de un aura épica.
Hay toques de rock sureño que embriagan el oido de manera ligera por su carácter purificador (algo tan agradable como sentir la brisa matutina en tu cara). Adams demuestra tener una voz irresistíble y expresiva, de la cual emana un cierto aire doliente que le sienta a la perfección cuando canta sobre sus propias luchas internas.
Pese a que muchos lo han tachado de ser demasiado pretencioso como para compararlo con Bob Dylan o Bruce Springsteen, a lo largo de sus discos se ha ido ganando elogios de pares (Elton John, Adam Duritz, Noel Gallagher) y críticos especializados por su talento nato para la canción. Dylan estará muy lejos, pero no hay duda que Ryan se perfila como la mejor opción a ser un digno sucesor. Cardinology es un trabajo que reafirma esa teoría.
Si algo hay que alabar de éste músico oriundo de Jacksonville es su capacidad para recrearse; Ryan es como un camaleón que cambia constantemente, nunca se repite y siempre está en transformación sacando un disco de rock o alguna joya folk, y en todos logra mantener una altísima calidad artística.
En Cardinology muestra su cara más madura y menos egocéntrica. Las letras de la mayoría de las canciones hablan de pérdidas, soledad, anhelos, culpas y ansias de superación. En lo musical, la aportación de su banda The Cardinals es excelente, la cosa oscila entre el rock de radiofórmula y estadio (al mejor estilo U2) y la sutilidad de las baladas country que siempre Adams tuvo facilidad para escribir.
Se destacan los temas con esas pedal steel llamando al recuerdo de la música americana de Gram Parsons, al igual que las guitarras cargadas de groove y brillos negros que de a ratos toman velocidades intermedias tiñiéndolo todo de un aura épica.
Hay toques de rock sureño que embriagan el oido de manera ligera por su carácter purificador (algo tan agradable como sentir la brisa matutina en tu cara). Adams demuestra tener una voz irresistíble y expresiva, de la cual emana un cierto aire doliente que le sienta a la perfección cuando canta sobre sus propias luchas internas.
Pese a que muchos lo han tachado de ser demasiado pretencioso como para compararlo con Bob Dylan o Bruce Springsteen, a lo largo de sus discos se ha ido ganando elogios de pares (Elton John, Adam Duritz, Noel Gallagher) y críticos especializados por su talento nato para la canción. Dylan estará muy lejos, pero no hay duda que Ryan se perfila como la mejor opción a ser un digno sucesor. Cardinology es un trabajo que reafirma esa teoría.
domingo, 13 de diciembre de 2009
El Perfecto Asesino
Luc Besson es un talentoso director de cine francés, también guionista y productor. Se ha vuelto reconocido en todo el mundo por sus exitosas películas, las cuales abarcan un amplio rango de géneros que van desde la acción y el drama a la ciencia ficción (véanse Nikita, Juana de Arco o El quinto elemento).
Al día de la fecha, Besson tiene en su haber 10 largometrajes, y entre ellos se encuentra este increíble policial de 1994, que no se limita a contarnos una historia de acción -como hubiera sucedido si se tratara de un mero producto hollywoodense- sino que consigue ser una obra que no deja de emocionar cada vez que se la mira.
Interpretada por Jean Reno, Gary Oldman y Natalie Portman, El Perfecto Asesino (también conocida como The Professional) trata sobre un asesino a sueldo llamado León (Reno), el cual conoce a una niña de 12 años llamada Mathilda (Portman) que vive en un departamente continuo al suyo. Cuando la familia de Mathilda es asesinada por drogas a manos de agentes corruptos de la DEA, liderados por el oscuro Norman Stanfield (Oldman), León se ve en la situación de hacerse cargo de ella.
La historia se vuelve un verdadero drama cuando la niña decide vengarse de los culpables de la muerte del único miembro de su familia que apreciaba de verdad: su hermano pequeño. Para eso, le pide a Léon que le enseñe a "limpiar" gente; quien después de ciertas dudas acepta.
En cuanto a los aspectos técnicos, las actuaciones de los protagonistas reflejan un tremendo realismo, sobre todo la de Natalie Portman, quien se ponía por primera vez ante las cámaras para interpretar un papel conflictivo y duro. Jean Reno y Gary Oldman, a mi parecer, también sobresalen encarnando sus personajes. Los tres logran recrear unas personalidades profundas, que pocas veces se ven en el cine actual.
PELICULÓN con todas las letras.
Al día de la fecha, Besson tiene en su haber 10 largometrajes, y entre ellos se encuentra este increíble policial de 1994, que no se limita a contarnos una historia de acción -como hubiera sucedido si se tratara de un mero producto hollywoodense- sino que consigue ser una obra que no deja de emocionar cada vez que se la mira.
Interpretada por Jean Reno, Gary Oldman y Natalie Portman, El Perfecto Asesino (también conocida como The Professional) trata sobre un asesino a sueldo llamado León (Reno), el cual conoce a una niña de 12 años llamada Mathilda (Portman) que vive en un departamente continuo al suyo. Cuando la familia de Mathilda es asesinada por drogas a manos de agentes corruptos de la DEA, liderados por el oscuro Norman Stanfield (Oldman), León se ve en la situación de hacerse cargo de ella.
La historia se vuelve un verdadero drama cuando la niña decide vengarse de los culpables de la muerte del único miembro de su familia que apreciaba de verdad: su hermano pequeño. Para eso, le pide a Léon que le enseñe a "limpiar" gente; quien después de ciertas dudas acepta.
En cuanto a los aspectos técnicos, las actuaciones de los protagonistas reflejan un tremendo realismo, sobre todo la de Natalie Portman, quien se ponía por primera vez ante las cámaras para interpretar un papel conflictivo y duro. Jean Reno y Gary Oldman, a mi parecer, también sobresalen encarnando sus personajes. Los tres logran recrear unas personalidades profundas, que pocas veces se ven en el cine actual.
PELICULÓN con todas las letras.
Sidney Sheldon "Más allá de la medianoche"
Considerado como "el maestro del suspenso", Sidney Sheldon fue un escritor y guionista norteamericano, nacido en febrero de 1917. Empezó a trabajar desde muy joven como guionista en el mundo del cine. Fue el creador de series famosas como Mi bella genio, con las cuales se ganó que productoras importantes como Paramount y Metro Golden Mayer contrataron sus servicios.
Su primera novela no se lanzó hasta 1969, después de escribir incansablemente para la televisión, el teatro y el cine. Esta primera experiencia literaria fue recogida por los críticos con gran satisfacción, siendo premiada como mejor novela de misterio del '69.
Sheldon, es uno de los escritores más traducidos del mundo, escribió 18 libros, vendiendo 300 millones de ejemplares, en 108 países.
Más allá de la medianoche cuenta la historia de dos mujeres: Noelle Page y Catherine Alexander. Noelle nació en Marsella y fue escalando posiciones para llegar a ser una actriz reconocida. Catherine nació en Chicago y trabaja de secretaria ejecutiva en una oficina de Washington. Desde allí la envían a dirigir un comercial de reclutamiento para el ejército de Estados Unidos y conoce al mujeriego Larry Douglas, del cual se enamora enseguida.
Douglas es contratado por Costantin Demiris, uno de los hombres más poderosos e influyentes del mundo. Noelle Page es amante de Demiris y años antes fue novia de Larry Douglas, quien le rompió el corazón. Ella entonces hace lo posible para destruirlo, pero termina descubriendo que todavía lo sigue amando y se transforma en su amante.
Deciden que se irán a vivir juntos, pero queda un obstáculo: Catherine, la mujer de Larry. Él le pide el divorcio, pero ella lo ama demasiado como para dejarlo ir. Noelle planea distintas formas para que muera pareciendo ser un accidente. Catherine escucha una conversación entre ellos y decide escapar, desapareciendo en un lago. Larry y Noelle son llevados a juicio y Demiris busca vengarse de Noelle por traicionarlo.
Es entonces cuando comienza una carrera de vida y muerte entre los dos amantes y Demiris, que termina con un final inesperado. Más allá de la medianoche es considerada por muchos como la mejor novela de Sheldon.
Su primera novela no se lanzó hasta 1969, después de escribir incansablemente para la televisión, el teatro y el cine. Esta primera experiencia literaria fue recogida por los críticos con gran satisfacción, siendo premiada como mejor novela de misterio del '69.
Sheldon, es uno de los escritores más traducidos del mundo, escribió 18 libros, vendiendo 300 millones de ejemplares, en 108 países.
Más allá de la medianoche cuenta la historia de dos mujeres: Noelle Page y Catherine Alexander. Noelle nació en Marsella y fue escalando posiciones para llegar a ser una actriz reconocida. Catherine nació en Chicago y trabaja de secretaria ejecutiva en una oficina de Washington. Desde allí la envían a dirigir un comercial de reclutamiento para el ejército de Estados Unidos y conoce al mujeriego Larry Douglas, del cual se enamora enseguida.
Douglas es contratado por Costantin Demiris, uno de los hombres más poderosos e influyentes del mundo. Noelle Page es amante de Demiris y años antes fue novia de Larry Douglas, quien le rompió el corazón. Ella entonces hace lo posible para destruirlo, pero termina descubriendo que todavía lo sigue amando y se transforma en su amante.
Deciden que se irán a vivir juntos, pero queda un obstáculo: Catherine, la mujer de Larry. Él le pide el divorcio, pero ella lo ama demasiado como para dejarlo ir. Noelle planea distintas formas para que muera pareciendo ser un accidente. Catherine escucha una conversación entre ellos y decide escapar, desapareciendo en un lago. Larry y Noelle son llevados a juicio y Demiris busca vengarse de Noelle por traicionarlo.
Es entonces cuando comienza una carrera de vida y muerte entre los dos amantes y Demiris, que termina con un final inesperado. Más allá de la medianoche es considerada por muchos como la mejor novela de Sheldon.
martes, 8 de diciembre de 2009
Flopa "Dulce Fuerte Grave"
Flopa es una cantautora con un estilo descripto perféctamente por el título de su debut solista, un disco en el que con criolla en mano ejecuta 16 Canciones... así con mayúscula. Canciones breves, que a primera impresión parecen todas iguales, pero que si uno las escucha con detenimiento sirven para entender hasta que punto con sólo una guitarra y voz se puede conmover tanto a un corazón.
Dulce Fuerte Grave es una muy buena carta de presentación. Después de la grata sorpresa que resultó ser el trabajo de Flopa Manza Minimal, la cantante continúa esa línea folk-rock develando unas composiciones que en su mayoría permanecieron durante años como borradores.
El sonido puede remitir vagamente a Artaud de Pescado Rabioso pero la personalidad y la voz de Flopa son únicas; evocando una sensación de lejana oscuridad en las estrofas que contrasta a la perfección con la calidez de los estribillos.
Dulce Fuerte Grave debe entenderse como un álbum cargado de angustia, pero esta mujer demuestra tener la capacidad para no perder ni un ápice de elegancia. Tomando como caballito de batalla su penetrante voz, que cautiva con un ímpetu de corazón roto.
La poesía es otro factór determinante. Flopa es quirúrgica, exacta, no ofrece palabras de más. Y eso concuerda con la ejecución de los intrumentos, donde el equilibrio y la belleza van de la mano; logrando un disco donde los temas siempre duran lo que tienen que durar.
Es que el mundillo del rock siempre fue muy sexista, las mujeres nunca fueron tomadas en serio o directamente no se les reconoció su talento creativo. En esta amarga historia, las canciones de Flopa tienen méritos suficientes para que se la considere la voz femenina de la década.
En mi caso, al menos, hacía rato que en la música una dama no me transportaba de esa forma hacia un mundo de sensaciones dolorosamente bellas. Flopa lo hizo, ¿qué esperás para conseguir su disco, ir a verla en vivo y caer en su hechizo?
Dulce Fuerte Grave es una muy buena carta de presentación. Después de la grata sorpresa que resultó ser el trabajo de Flopa Manza Minimal, la cantante continúa esa línea folk-rock develando unas composiciones que en su mayoría permanecieron durante años como borradores.
El sonido puede remitir vagamente a Artaud de Pescado Rabioso pero la personalidad y la voz de Flopa son únicas; evocando una sensación de lejana oscuridad en las estrofas que contrasta a la perfección con la calidez de los estribillos.
Dulce Fuerte Grave debe entenderse como un álbum cargado de angustia, pero esta mujer demuestra tener la capacidad para no perder ni un ápice de elegancia. Tomando como caballito de batalla su penetrante voz, que cautiva con un ímpetu de corazón roto.
La poesía es otro factór determinante. Flopa es quirúrgica, exacta, no ofrece palabras de más. Y eso concuerda con la ejecución de los intrumentos, donde el equilibrio y la belleza van de la mano; logrando un disco donde los temas siempre duran lo que tienen que durar.
Es que el mundillo del rock siempre fue muy sexista, las mujeres nunca fueron tomadas en serio o directamente no se les reconoció su talento creativo. En esta amarga historia, las canciones de Flopa tienen méritos suficientes para que se la considere la voz femenina de la década.
En mi caso, al menos, hacía rato que en la música una dama no me transportaba de esa forma hacia un mundo de sensaciones dolorosamente bellas. Flopa lo hizo, ¿qué esperás para conseguir su disco, ir a verla en vivo y caer en su hechizo?
Entrevista con el Vampiro
Neil Jordan es un director de cine nacido en Condado de Sligo, Irlanda, en febrero de 1950. Jordan se hizo conocido tras dirigir la aclamada película El Juego de las Lágrimas y haber ganado un Óscar al mejor guión original en 1992 por la misma.
El cine de Jordan es en esencia poético, tiende a adoptar un punto de vista enteramente subjetivo en torno al personaje central. En este marco narrativo es donde se desarrolla también la increíble Entrevista con el Vampiro (1994).
Protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt, Christian Slater, Kirsten Dunst, Antonio Banderas y Stephen Rea, y con un guión basado en los libros sobre crónicas vampíricas de Anne Rice, Entrevista con el Vampiro nos describe el día a día de estos míticos seres tan atractivos como aterradores.
La película cuenta la historia de Louis (Pitt), un asendado de Nueva Orleans de finales del siglo XVIII, que desvastado por la perdida de su esposa e hijo, conoce ocasionalmente al vampiro Lestat (Cruise), el cual le ofrece la posibilidad de ser como él: bello, inmortal y poderoso.
Doscientos años después, en San Francisco, Louis decide contarle a un periodista su historia de cómo llegó a convertirse en un vampiro (una historia llena de muerte, pena, amor y deseo). A lo largo de su relato, Louis expresa con tormento que para sobrevivir no tiene más remedio que quitar vidas humanas, algo que le causa una enorme culpa.
La idea que se da en la película con respecto a ciertos aspectos de los chupasangre se aleja bastante del estereotipo clásico; un ejemplo de ello es que Louis habla de los crucifijos, las estacas, el ajo o los espejos como una estúpida leyenda.
Mención aparte es el hecho de que además de contar con unas interpretaciones sin fisuras, el film tiene todos los elementos que una superproducción debería de tener: una fotografía sobresaliente, una música que tiene su momento álgido con la versión de "Sympathy For The Devil" hecha por Guns N' Roses (quizás para atraer al público joven), y un director que casi siempre ha realizado buenas películas. En resumen, una pieza clave del cine vampírico.
El cine de Jordan es en esencia poético, tiende a adoptar un punto de vista enteramente subjetivo en torno al personaje central. En este marco narrativo es donde se desarrolla también la increíble Entrevista con el Vampiro (1994).
Protagonizada por Tom Cruise, Brad Pitt, Christian Slater, Kirsten Dunst, Antonio Banderas y Stephen Rea, y con un guión basado en los libros sobre crónicas vampíricas de Anne Rice, Entrevista con el Vampiro nos describe el día a día de estos míticos seres tan atractivos como aterradores.
La película cuenta la historia de Louis (Pitt), un asendado de Nueva Orleans de finales del siglo XVIII, que desvastado por la perdida de su esposa e hijo, conoce ocasionalmente al vampiro Lestat (Cruise), el cual le ofrece la posibilidad de ser como él: bello, inmortal y poderoso.
Doscientos años después, en San Francisco, Louis decide contarle a un periodista su historia de cómo llegó a convertirse en un vampiro (una historia llena de muerte, pena, amor y deseo). A lo largo de su relato, Louis expresa con tormento que para sobrevivir no tiene más remedio que quitar vidas humanas, algo que le causa una enorme culpa.
La idea que se da en la película con respecto a ciertos aspectos de los chupasangre se aleja bastante del estereotipo clásico; un ejemplo de ello es que Louis habla de los crucifijos, las estacas, el ajo o los espejos como una estúpida leyenda.
Mención aparte es el hecho de que además de contar con unas interpretaciones sin fisuras, el film tiene todos los elementos que una superproducción debería de tener: una fotografía sobresaliente, una música que tiene su momento álgido con la versión de "Sympathy For The Devil" hecha por Guns N' Roses (quizás para atraer al público joven), y un director que casi siempre ha realizado buenas películas. En resumen, una pieza clave del cine vampírico.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Charles Bukowski "Se busca una mujer"
Charles Bukowski fue un escritor y poeta nacido en la ciudad alemana de Aldernach, creador de una literatura provocadora y sórdida. Su obra estuvo fuertemente influenciada por la atmósfera del lugar donde vivió toda su vida, la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos, a la cual se trasladó con su familia a los dos años de edad.
Empezó a escribir cuentos de muy joven pero, tras un primer relato publicado por un revista en 1944, Bukowski se sintió desilucionado con el ambiente literario y dejó de escribir durante una década. En ese tiempo siguió viviendo en Los Ángeles, haciendo un breve paso por la universidad (donde cursó arte, periodismo y literatura), aunque también estuvo vagando por todo Estados Unidos, alojándose en pensiones baratas y dedicándose a trabajos temporales que iba abandonando de manera sistemática.
Sus primeras obras se publicaron en la década de los '60 en editoriales y revistas underground. La escritura de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado. El alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y grotezcos de nuestra civilización ocupan un lugar de honor en los versos de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y departamentos lúgubres.
Se busca una mujer se ambienta en Los Ángeles, ciudad infernal, a pesar de estar situada en medio del paraíso californiano, sueño de todo pobre ciudadano de USA; con sus naranjas, su sol y su vino, vino del que Bukowski da buena cuenta toda su vida (como el whisky y la cerveza, que habrán de ser, inevitablemente, su fuente de inspiración). Bukowski toma una actitud de ermitaño loco, de lucidez exasperada, de humorista borracho en la barra de un bar solitario. Se ríe de todo, trata de ganar algo de dinero para un trago o una puta sin trabajar mucho, frecuenta otras ratas urbanas enloquecidas, odia a la humanidad, se encierra en su habitación y se entretiene contándonos las historias que se le ocurren.
Como es de suponer, el lenguaje utilizado es el característico del autor: directo y soez. Los temas también siguen siendo alcohol, sexo, dinero, y miserias propias... pero toda la obra transpira humor aunque a veces éste sea amargo. Los relatos son cortos así que se hace perfectos para leerlos de un tirón, o por ejemplo en un viaje, poco a poco y sin prisas.
Los incondicionales del autor disfrutarán con esta obra llena de personajes que son más comunes de los que pensámos. Pero los más conservadores pueden asustarse por el lenguaje. En todo caso, dale y date una oportunidad.
Empezó a escribir cuentos de muy joven pero, tras un primer relato publicado por un revista en 1944, Bukowski se sintió desilucionado con el ambiente literario y dejó de escribir durante una década. En ese tiempo siguió viviendo en Los Ángeles, haciendo un breve paso por la universidad (donde cursó arte, periodismo y literatura), aunque también estuvo vagando por todo Estados Unidos, alojándose en pensiones baratas y dedicándose a trabajos temporales que iba abandonando de manera sistemática.
Sus primeras obras se publicaron en la década de los '60 en editoriales y revistas underground. La escritura de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado. El alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y grotezcos de nuestra civilización ocupan un lugar de honor en los versos de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y departamentos lúgubres.
Se busca una mujer se ambienta en Los Ángeles, ciudad infernal, a pesar de estar situada en medio del paraíso californiano, sueño de todo pobre ciudadano de USA; con sus naranjas, su sol y su vino, vino del que Bukowski da buena cuenta toda su vida (como el whisky y la cerveza, que habrán de ser, inevitablemente, su fuente de inspiración). Bukowski toma una actitud de ermitaño loco, de lucidez exasperada, de humorista borracho en la barra de un bar solitario. Se ríe de todo, trata de ganar algo de dinero para un trago o una puta sin trabajar mucho, frecuenta otras ratas urbanas enloquecidas, odia a la humanidad, se encierra en su habitación y se entretiene contándonos las historias que se le ocurren.
Como es de suponer, el lenguaje utilizado es el característico del autor: directo y soez. Los temas también siguen siendo alcohol, sexo, dinero, y miserias propias... pero toda la obra transpira humor aunque a veces éste sea amargo. Los relatos son cortos así que se hace perfectos para leerlos de un tirón, o por ejemplo en un viaje, poco a poco y sin prisas.
Los incondicionales del autor disfrutarán con esta obra llena de personajes que son más comunes de los que pensámos. Pero los más conservadores pueden asustarse por el lenguaje. En todo caso, dale y date una oportunidad.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Gabo Ferro "Boca arriba"
Gabo Ferro apareció en los '90, en la escena under porteña, capitaneando una inquietante banda de hardcore llamada Porco, con quienes grabó dos discos. Pero un día, en 1997, abandonó el grupo en pleno recital por no sentirse a gusto con la dirección que estaba tomando el proyecto. Tiempo después se dedicó a estudiar Historia, consiguiendo premios varios con sus tesis doctorales.
Seis años más tarde se encontró con un viejo colega, el guitarrista Ariel Minimal (líder de Pez, y ex-miembro de Los Fabulosos Cadillacs), el cual lo invitó a compartir escenario y le dió respaldo editando en su propio sello (Azione Artiginale) ese gran debut solista que fue Canciones que un hombre no debería cantar (2005); álbum que lo ubicó en una vena folk, que de a ratos muta a folclórica (pero con letras claramente ajenas al rubro). Logrando una cálida recepción del público y la crítica especializada.
Boca arriba es el quinto trabajo de Gabo, y en él confirma con creces su talento como artesano de la canción. Aquí la instrumentación fue registrada junto a sus músicos más allegados (Claudio Lafalce en guitarra y Rogelio Jara en percusión) y la párticipación de lujo de Pedro Aznar haciendo de hombre orquesta (bajo, piano, sintetizador y voces).
La placa es un excelente trabajo que muestra una suerte de carácter conceptual en perfecta ilación entre cada una de las canciones que lo conforma. Cada una, representando un momento de la vida emocional de este laborioso cantautor, que aborda temáticas en torno a la memoria, la soledad, el abandono y el desamor como interesantes ejercicios catártico-terapéuticos que valen la pena escuchar, reescuchar, leer y releer con suma atención.
Punto aparte es el lirismo de sus composiciones, simplemente llenas de poesía para disfrutar cada una como si fueran la mejor copa de vino. Todas, interpretadas por esa voz suplicante que pide un bordado a sus desilachas y que disco a disco brilla aún más deslumbrando con su versatilidad.
La ruptura, y el comienzo de su superación, se siente a flor de piel en Boca arriba. Al igual que el olvido y la memoria, que se trenzan sin clemencia, apelando de arbitro al corazón. Todos múltiples ángulos desde los cuales observar y sentir un disco.
Ya están advertidos... la canción punzante y profunda le sienta bien a Gabo; cala hondo sin pedir permiso y ahí se queda.
Seis años más tarde se encontró con un viejo colega, el guitarrista Ariel Minimal (líder de Pez, y ex-miembro de Los Fabulosos Cadillacs), el cual lo invitó a compartir escenario y le dió respaldo editando en su propio sello (Azione Artiginale) ese gran debut solista que fue Canciones que un hombre no debería cantar (2005); álbum que lo ubicó en una vena folk, que de a ratos muta a folclórica (pero con letras claramente ajenas al rubro). Logrando una cálida recepción del público y la crítica especializada.
Boca arriba es el quinto trabajo de Gabo, y en él confirma con creces su talento como artesano de la canción. Aquí la instrumentación fue registrada junto a sus músicos más allegados (Claudio Lafalce en guitarra y Rogelio Jara en percusión) y la párticipación de lujo de Pedro Aznar haciendo de hombre orquesta (bajo, piano, sintetizador y voces).
La placa es un excelente trabajo que muestra una suerte de carácter conceptual en perfecta ilación entre cada una de las canciones que lo conforma. Cada una, representando un momento de la vida emocional de este laborioso cantautor, que aborda temáticas en torno a la memoria, la soledad, el abandono y el desamor como interesantes ejercicios catártico-terapéuticos que valen la pena escuchar, reescuchar, leer y releer con suma atención.
Punto aparte es el lirismo de sus composiciones, simplemente llenas de poesía para disfrutar cada una como si fueran la mejor copa de vino. Todas, interpretadas por esa voz suplicante que pide un bordado a sus desilachas y que disco a disco brilla aún más deslumbrando con su versatilidad.
La ruptura, y el comienzo de su superación, se siente a flor de piel en Boca arriba. Al igual que el olvido y la memoria, que se trenzan sin clemencia, apelando de arbitro al corazón. Todos múltiples ángulos desde los cuales observar y sentir un disco.
Ya están advertidos... la canción punzante y profunda le sienta bien a Gabo; cala hondo sin pedir permiso y ahí se queda.
viernes, 4 de diciembre de 2009
El Secreto de sus Ojos
Juan José Campanella y Ricardo Darín son sinónimos de generar interés en el público. Algo que pocos pueden lograr en el cine nacional (reconozcamos que tienen antecedentes como para hacerlo). Y si a eso le sumamos a Guillermo Francella en algo serio, no sería de extrañar que estemos frente a una de las películas argentinas más taquilleras de todos los tiempos.
Si bien se cuenta como un policial, El Secreto de sus Ojos excede un sólo género. Por momentos es una comedia, una historia de amor y un relato político. Posée muchas capas en la narración y se nutre de varias historias dentro de la central, y todas están muy bien manejadas. La película trata sobre Benjamín Espósito (Darín), empleado en un Juzgado Penal que acaba de jubilarse y decide ocupar sus horas libres escribiendo una novela... pero no se propone imaginar una historia inventada, sino contar su propio pasado como funcionario judicial en un suceso real tan conmovedor como trágico, del que ha sido testigo.
Corría el año 1974, y a su Juzgado se le encomienda la investigación sobre la violación y el asesinato de una joven y hermosa mujer. Espósito asiste a la escena del crimen, y ve el ultraje sufrido por esa muchacha. Luego conoce a Ricardo Morales (Pablo Rago), quien se había casado con ella poco tiempo antes y la adoraba con toda su alma. Compadecido con su dolor, Espósito intentará ayudarlo a encontrar al culpable, aunque para ello deba remar contra la torpe inercia de los Tribunales y la Policía. Pero cuenta con la inestimable ayuda de Pablo Sandoval (Francella) -uno de sus empleados y a la vez amigo personal- y también con Irene (Soledad Villamil), su jefa inmediata, la secretaria del Juzgado, de la que está profunda y secretamente enamorado.
La búsqueda del homicida será cualquier cosa menos sencilla. Espósito deberá avanzar a través de corazonadas y conjeturas. Por añadidura, la Argentina de aquél entonces no es un escenario pacífico. La violencia y la muerte encuentran un terreno propicio para enseñorearse de las vidas y los destinos de las personas. En ese marco cada vez más oscuro, la tarea de Espósito terminará por mezclarse hasta el fondo con ese escenario monstruoso. Ya no será un testigo, sino un protagonista involuntario cada vez más cerca del peligro.
A medida que avanza la película, Espósito entenderá que ya es tarde para detenerse. Y narrar el pasado dejará de ser un simple pasatiempo para llenar las horas muertas de sus días. Será el camino estrecho y sinuoso que deberá recorrer para entender y justificar su propia vida, para darle sentido a los años que le queden por delante.
Si bien se cuenta como un policial, El Secreto de sus Ojos excede un sólo género. Por momentos es una comedia, una historia de amor y un relato político. Posée muchas capas en la narración y se nutre de varias historias dentro de la central, y todas están muy bien manejadas. La película trata sobre Benjamín Espósito (Darín), empleado en un Juzgado Penal que acaba de jubilarse y decide ocupar sus horas libres escribiendo una novela... pero no se propone imaginar una historia inventada, sino contar su propio pasado como funcionario judicial en un suceso real tan conmovedor como trágico, del que ha sido testigo.
Corría el año 1974, y a su Juzgado se le encomienda la investigación sobre la violación y el asesinato de una joven y hermosa mujer. Espósito asiste a la escena del crimen, y ve el ultraje sufrido por esa muchacha. Luego conoce a Ricardo Morales (Pablo Rago), quien se había casado con ella poco tiempo antes y la adoraba con toda su alma. Compadecido con su dolor, Espósito intentará ayudarlo a encontrar al culpable, aunque para ello deba remar contra la torpe inercia de los Tribunales y la Policía. Pero cuenta con la inestimable ayuda de Pablo Sandoval (Francella) -uno de sus empleados y a la vez amigo personal- y también con Irene (Soledad Villamil), su jefa inmediata, la secretaria del Juzgado, de la que está profunda y secretamente enamorado.
La búsqueda del homicida será cualquier cosa menos sencilla. Espósito deberá avanzar a través de corazonadas y conjeturas. Por añadidura, la Argentina de aquél entonces no es un escenario pacífico. La violencia y la muerte encuentran un terreno propicio para enseñorearse de las vidas y los destinos de las personas. En ese marco cada vez más oscuro, la tarea de Espósito terminará por mezclarse hasta el fondo con ese escenario monstruoso. Ya no será un testigo, sino un protagonista involuntario cada vez más cerca del peligro.
A medida que avanza la película, Espósito entenderá que ya es tarde para detenerse. Y narrar el pasado dejará de ser un simple pasatiempo para llenar las horas muertas de sus días. Será el camino estrecho y sinuoso que deberá recorrer para entender y justificar su propia vida, para darle sentido a los años que le queden por delante.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Carlos Castaneda "Las enseñanzas de don Juan"
La obra de Carlos Castaneda es muy singular. Era un antropólogo que se interesó en el estudio de las plantas psicotrópicas, y que gracias a las enseñanzas sobre rituales del chamanismo aportadas por un descendiente de los toltecas, llamado don Juan Matus, se terminó convirtiendo en lo que él describía como un "hombre de conocimiento".
Castaneda fue alguien que siempre sembró el misterio con respecto a su vida; de hecho no se conoce exactamente cuándo y dónde nació (si en Perú o Brasil; si en 1925 o 1935). Lo que sí se sabe es que se mudó a California para estudiar antropología en la Universidad de Los Ángeles, y que allí conoció ocasionalmente a un indio yaqui en la estación de micros de un pueblo fronterizo con México. Más tarde empezó a publicar una serie de libros que se movían entre la antropología y el chamanismo, logrando tras su publicación una inmensa popularidad, controversia y admiración.
La fama de estos escritos se debe a la fenomenal capacidad literaria del autor de saber presentar a un mundo académico y a un público popular, unas narraciones que descubrían un personaje misterioso como era don Juan y todo un universo que se esconde detrás de nuestra realidad cotidiana, y que conoce el uso de las plantas visionarias, que tanto interés habían despertado a fines de la década de los sesenta.
Y aunque el origen de los libros de Castaneda seguirá siendo un misterio, no se puede negar que el autor tenía un conocimiento notable de los estados alterados de consciencia, de los efectos de las plantas alucinógenas y de las formas de pensar de las culturas arcaicas del continente americano. Y si a esto le sumamos su habilidad con la pluma, y los análisis psicológicos de las situaciones (que logran mantener en vilo al lector), acaba por dar en el clavo y convertir su obra en un punto de referencia.
Y si hay una mayor virtud que tiene este libro, es la de que estos relatos se hicieron tan populares durante los años sesenta, setenta y siguientes, que muchas personas -por no decir muchísimas- tuvieron el primer conocimiento de la existencia del peyote, los hongos y su capacidad de abrir la percepción al mundo mágico a través de Castaneda.
Castaneda fue alguien que siempre sembró el misterio con respecto a su vida; de hecho no se conoce exactamente cuándo y dónde nació (si en Perú o Brasil; si en 1925 o 1935). Lo que sí se sabe es que se mudó a California para estudiar antropología en la Universidad de Los Ángeles, y que allí conoció ocasionalmente a un indio yaqui en la estación de micros de un pueblo fronterizo con México. Más tarde empezó a publicar una serie de libros que se movían entre la antropología y el chamanismo, logrando tras su publicación una inmensa popularidad, controversia y admiración.
La fama de estos escritos se debe a la fenomenal capacidad literaria del autor de saber presentar a un mundo académico y a un público popular, unas narraciones que descubrían un personaje misterioso como era don Juan y todo un universo que se esconde detrás de nuestra realidad cotidiana, y que conoce el uso de las plantas visionarias, que tanto interés habían despertado a fines de la década de los sesenta.
Y aunque el origen de los libros de Castaneda seguirá siendo un misterio, no se puede negar que el autor tenía un conocimiento notable de los estados alterados de consciencia, de los efectos de las plantas alucinógenas y de las formas de pensar de las culturas arcaicas del continente americano. Y si a esto le sumamos su habilidad con la pluma, y los análisis psicológicos de las situaciones (que logran mantener en vilo al lector), acaba por dar en el clavo y convertir su obra en un punto de referencia.
Y si hay una mayor virtud que tiene este libro, es la de que estos relatos se hicieron tan populares durante los años sesenta, setenta y siguientes, que muchas personas -por no decir muchísimas- tuvieron el primer conocimiento de la existencia del peyote, los hongos y su capacidad de abrir la percepción al mundo mágico a través de Castaneda.
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