Ryan Adams se ha convetido poco a poco en uno de los más notables compositores de la música actual. Es que no muchos artistas han sido tan prolíficos a lo largo de su carrera como él. Después de disolver Whiskeytown se lanzó como solista a fines del 2000, sacando de manera compulsiva un disco tras otro y, según se dice, tiene varios más completamente grabados que no han visto la luz todavía.
Si algo hay que alabar de éste músico oriundo de Jacksonville es su capacidad para recrearse; Ryan es como un camaleón que cambia constantemente, nunca se repite y siempre está en transformación sacando un disco de rock o alguna joya folk, y en todos logra mantener una altísima calidad artística.
En Cardinology muestra su cara más madura y menos egocéntrica. Las letras de la mayoría de las canciones hablan de pérdidas, soledad, anhelos, culpas y ansias de superación. En lo musical, la aportación de su banda The Cardinals es excelente, la cosa oscila entre el rock de radiofórmula y estadio (al mejor estilo U2) y la sutilidad de las baladas country que siempre Adams tuvo facilidad para escribir.
Se destacan los temas con esas pedal steel llamando al recuerdo de la música americana de Gram Parsons, al igual que las guitarras cargadas de groove y brillos negros que de a ratos toman velocidades intermedias tiñiéndolo todo de un aura épica.
Hay toques de rock sureño que embriagan el oido de manera ligera por su carácter purificador (algo tan agradable como sentir la brisa matutina en tu cara). Adams demuestra tener una voz irresistíble y expresiva, de la cual emana un cierto aire doliente que le sienta a la perfección cuando canta sobre sus propias luchas internas.
Pese a que muchos lo han tachado de ser demasiado pretencioso como para compararlo con Bob Dylan o Bruce Springsteen, a lo largo de sus discos se ha ido ganando elogios de pares (Elton John, Adam Duritz, Noel Gallagher) y críticos especializados por su talento nato para la canción. Dylan estará muy lejos, pero no hay duda que Ryan se perfila como la mejor opción a ser un digno sucesor. Cardinology es un trabajo que reafirma esa teoría.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario