Satyricon es una banda noruega de Black Metal formada en 1990. Está integrada por el cantante, guitarrista y compositor Satyr Wongraven (que además toca bajo y teclados) y el baterista Frost. El grupo está considerado como uno de los pioneros de la "segunda ola del black metal noruego" junto con Darkthrone (a quienes Satyr ayudó a escribir canciones y les produjo algunos discos a través de su sello discográfico Moonfog).
La cuestión es que Satyricon siempre ha sido una de las bandas clásicas del black más abiertas a los cambios. Como prueba de ello podemos echar un vistazo a algunos de los discos de este dúo: si en Dark Medieval Times (1993), The Shadowthrone (1994) y Nemesis Divina (1996) Satyr y Frost nos brindaban un magnífico black metal en el cual la presencia de guitarras acústicas y algún que otro arreglo orquestal dotaban a las composiciones de un escalofriante aire medieval, fue a partir de Rebel Extravaganza (1999) que la banda se decantó por una propuesta más guitarrera, apartándose de su faceta épica y potenciando al máximo su costado rockero.
Para su siguiente obra, el tan criticado como venerado Volcano (2002), la banda optó por el sonido más cañero y ortodoxo de toda su carrera, donde los guitarrazos de manga ancha se mezclaban con la ponsoñoza voz de Satyr y los machacones ritmos de batería para confeccionar un álbum repleto de furia y calidad. Así las cosas, llega el año 2005 y Satyricon nos trae otro descomunal álbum llamado Now, Diabolical... que viene a ser la continuación lógica de su antecesor.
La canción que abra la placa y le da el nombre al disco es simplemente perfecta. Por no hablar del segundo track, que tiene uno de esos riffs que dentro de 20 años harán que se te mueva sola la cabeza, para levantar la mano con el dedo meñique y el índice automáticamente. Quizá de buenas a primeras algunas de las composiciones puedan parecer excesivamente largas y repetitivas en su estructura, pero es que la gracia reside precisamente en esa cruda reincidencia.
El álbum posee una contundencia rítmica y unas guitarras musculosas que ríanse ustedes de los grupos de sludge más gruesos, y es de esa contundencia donde las composiciones ganan su encanto. Y si algo no le falta a los temas es batería, muy a pesar de los ritmos, pues Frost siempre se ha caracterizado por aporrear los tambores con una brutalidad innata y destrozar el doble bombo sea cuál sea la velocidad a la que esté tocando.
Satyricon consigue recrear brutalidad sin desplegar todas las cartas del extremismo, erigiéndose como una pieza indispensable dentro del género Metal. Esta característica se deja ver en algunos pasajes del disco donde hay una sección de vientos que encaja como anillo al dedo para acrecentar ese aire ocultista que su música pretende, pues la temática de las letras está inspirada en las oscuras tradiciones de la historia, especialmente en la misteriosa simbología que rigió a algunas sociedades secretas.
Now, Diabolical es un disco con el que acercándote a su final uno logra entender que estos noruegos respiran y destilan oscuridad, sin hacer referencia constantemente a tiempos medievales o a ancestrales ritos en los bosques. Y eso ya es mucho.
miércoles, 24 de febrero de 2010
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